En la zona de Sherbrooke hay muchas granjas que se dedican al cultivo de frambuesas y frutillas. Y también es habitual que si uno quiere, recolecte sus propias frambuesas y disfrute de esta hermosa experiencia (aquí le llaman: autocueillette).
Es así como fuimos a la ferme St-Élie, que queda a 10 minutos de nuestra casa. La granja es inmensa y tiene muchas plantaciones: el paisaje en general es muy parecido al de San Martín de los Andes.
Nos dan canastitas para que juntemos las frambuesas que no son devoradas por nosotros. Te avisan que mientras juntás, podés ir comiendo.... (y a ésas no te las cobran, ja, ja). A la salida pesan todo (cuesta 5 dólares el kilo!!!!)
Las plantas están colmadas de fabulosas frambuesas. No te alcanzan las manos ni los envases para tantas....
Estamos pensando cuántas cosas ricas vamos a hacer con estas frambuesas... Éstas son las que recolectamos y no nos comimos...
Y aquí estamos con nuestros amigos, Minú y Nima, que son compañeros del curso de francés, y se sumaron a esta fantástica tarea de juntar frambuesas... Llevaremos algunas para nuestros otros compañeros de la clase...
Miren cuántas frambuesas que junté!!!
Me comí todas las frambuesas... ¿me pesarán cuando salga??
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